Pero… ¿Cuáles son las consecuencias de NUESTRO SEDENTARISMO?
- Sobrepeso, obesidad
- Debilitamiento óseo y muscular
- Cansancio ante la mínima actividad física, como subir unos pisos de escaleras o llevar alguna bolsa con un poco de peso.
- Problemas cardiovasculares: aumento de riesgo de sufrir arterioesclerosis, hipertensión y enfermedades respiratorias.
- Dolor en el cuello y espalda, contracturas, falta de flexibilidad muscular.
- Problemas digestivos: estreñimiento, hinchazón abdominal.
- Stress: cuadros depresivos, ansiedad, …
Larga lista ¿Eh?
¿Cuántas os resultan familiares?

Cuando una persona pide cita en la consulta del fisioterapeuta, al realizarle la anamnesis, los profesionales nos encontramos muchas veces con problemas de este tipo: paciente que tiene dolor en el cuello, espalda, rodillas,… que pasa ocho horas sentado delante de un ordenador, o contestando al teléfono, o en reuniones interminables, y que cuando llega a casa no tiene ni tiempo ni ganas de realizar un poco de actividad física.
Con el paso de los años, esa falta de movimiento unido a las posiciones mantenidas durante horas (sí, incluso durmiendo) va provocando pérdida de tono muscular, rigidez articular, compresiones nerviosas, pérdida de masa ósea, etc etc. Para que me entendáis: dolor, contractura, hernias discales, artrosis, etc.
Consejos útiles
Yo, como fisioterapeuta, hago mi parte: intento que recupere la función lo más rápido y lo mejor posible. Pero la mayor parte del tratamiento no lo hago yo, tenéis que hacerlo vosotros, y mi consejo siempre es el mismo: añadir a la rutina un poco de actividad física. Organizarse, poner una alarma en el móvil y salir a caminar una hora, hacer clases de pilates o yoga, ir en bicicleta, bailar, o cualquier actividad que nos resulte un poco motivadora.
La actividad física es un factor protector ante disfunciones metabólicas, cardiacas, osteomusculares, cuadros depresivos, sobrepeso,… Al principio cuesta, ya que requiere esfuerzo y un cambio en nuestros hábitos, pero a medida que vamos moviéndonos cuesta menos y nos sentimos mejor. Mucho mejor.
Es probable que sigamos teniendo de vez en cuando molestias o dolores en nuestro cuerpo, pero los síntomas siempre son menores en cuanto a intensidad y a duración, y el problema más fácil de solucionar.
¡Educar para la salud es Educar para el movimiento!
Consejito de fisioterapeuta: no tengáis miedo a moveros… ¡Vuestra espalda os lo agradecerá!
– Mª Pilar Cuartero Usán